El día de San Jordi, patrón de Cataluña, es una fiesta que con los años ha adquirido un tono reivindicativo de la cultura catalana. Por eso muchos balcones de la ciudad se engalanan con la bandera, como ocurre en más fechas señaladas en todo el país. Los elementos centrales de la celebración son la cultura y el amor -representados con el libro y la rosa- y en Barcelona el punto de encuentro principal es situado en la Rambla, que se llena a rebosar con puestos de libreros y floristas.
Por San Jordi es habitual encontrar libros en todas las lenguas que se hablan en Cataluña, pero hay muchas paradas especializadas en el libro en catalán, porque es considerado un día de promoción y defensa de la cultura y la lengua catalanas.
En el siglo XV ya se hacía en Barcelona una feria de rosas con motivo de San Jordi. Acudían sobre todo novios, prometidos y matrimonios jóvenes, lo que hace pensar que la costumbre de regalar una rosa tiene su origen en esta fiesta, que se celebraba en el Palau de la Generalitat.